El tiburón ballena (Rhincodon typus) es el pez más grande del mundo, una inmensa criatura que puede llegar a medir un máximo de 18 metros de longitud, pero en promedio mide 12 metros. Pesa unas 15 toneladas como promedio. Su cola puede medir más de 2,5 m de lado a lado.
Cuerpo aerodinámico, alargado y robusto, color gris oscuro moteado, con lunares blancos o amarillentos en todo el cuerpo. Es más oscuro que la mayoría de los tiburones.
De igual manera que las verdaderas ballenas, el tiburón ballena se alimenta solamente de plancton y de pequeños peces. Cuando nada cerca de la superficie, ingiere grandes tragos de agua y filtra el alimento a través de las branquias. A diferencia de los tiburones peregrino, que simplemente filtran vastas cantidades de agua a medida que nadan, los tiburones ballena activamente succionan a su presa antes de filtrarla eficientemente y a veces son vistos en grupo, alimentándose de grandes concentraciones de comida. Aparecen regularmente en los mismos lugares en momentos específicos del año, probablemente para capitalizar el florecimiento del plancton y eventos tales como el desove del coral.
Tiene un hocico ancho y aplastado, y sus mandíbulas están armadas por multitud de dientes pequeños con más de tres filas funcionales. Las hendiduras branquiales son muy grandes. Su gran boca tiene capacidad para tragar a una persona nadando de costado.
Sus huevos son los más grandes del mundo y pueden alcanzar los 30 cm de largo. No se sabe mucho de su desarrollo porque los ejemplares jóvenes se dejan ver muy raramente.
Estos tiburones se han convertido en el punto central de la industria del ecoturismo en algunas partes del globo, en especial en la costa oeste de Australia, en donde los buzos aprovechan la oportunidad para nadar con estos dóciles gigantes.
Puede ser visto comúnmente vagando cerca de la superficie en aguas tropicales y subtropicales de alrededor del mundo.