Un día como hoy (10 de agosto) pero de 1897, llega la aspirina. Ácido acetilsalicílico: el ácido acetilsalicílico: un principio activo cuyas primeras y más conocidas indicaciones lo muestran como analgésico, antipirético y antiinflamatorio, eficaz y bien tolerado.
El doctor Felix Hoffmann desarrolla una forma pura y estable del ácido acetilsalicílico. En sus notas de laboratorio ya sugiere que “debido a sus características físicas tales como un sabor ácido sin efectos corrosivos, el ácido acetilsalicílico es superior al ácido salicílico, por lo que debería ser probado por su utilidad”.
La aspirina demostró ser capaz de aliviar los dolores reumáticos mucho mejor que el ácido salicílico, que además tenía un sabor sumamente desagradable y producía serias lesiones estomacales. En 1853, el químico francés Charles Frederic Gerhardt ya había obtenido una primera variedad de ácido acetilsalicílico, aunque era muy inestable.
El origen de la palabra Aspirina. Puedes leerlo aquí.