El diseñador, Alexander Donskói, un empresario ruso construyo una vivienda al revés
de dos pisos que cuenta con dos habitaciones, un salón, un baño, una sala y un comedor.
La también llamada “la casa invertida” fue hecha en 45 días y se encuentra en Moscú.
AL entrar por la puerta uno tiene sensación de vértigo, no tanto por el hecho de que los muebles estén pegados al techo, sino por una ligera inclinación del suelo, hecha especialmente para agudizar la ilusión.