Se trata de uno de los cetáceos más escurridizos que existen, pertenece a la amplia familia de zífidos, la segunda familia más grande de cetáceos que incluye ballenas, delfines y marsopas.
Un grupo de investigadores que se encontraban Azores (Portugarl) fueron testigos de un suceso único y especial que pasará a la historia como la primera grabación del zafio de True y la primera imagen de una cría de esta especie. Dicha grabación fue publicada en la revista Peer J.
“Estos cetáceos son tan desconocidos y se las ve tan poco, que nadie a bordo reconoció qué especies estaban viendo a solo cinco metros del barco. Los estudiantes fueron testigos por casualidad de lo que muchos investigadores, que han dedicado su vida al estudio de las ballenas, nunca han visto: un grupo de zifios de True.
Se tiene constancia de su existencia desde que el biólogo americano Frederick W. True, dio con los huesos de unos de sus ejemplares en 1913. Aunque él nunca vio un zifio de true. De las 22 especies de zifios existentes, hay 17 de las que no se sabe mucho.
Los Zifio de True viven lejos de la costa en aguas profundas (hasta a 3,000 metros de profundidad), pasando el 92% de su tiempo bajo el agua. Y como casi nunca se ve, por esta misma razón, los científicos reconocen que se tienen pocos datos sobre su distribución, abundancia y tasa de reproducción.
A este zifio se le llaman también la ballena picuda, un término científicamente incorrecto porque es una especie de cetáceo distinto.