¿Acaso no lo sabías? Cuando en 1826 el farmacéutico inglés John Walker inventó la cerilla de fricción llegó a conocerse después por el nombre de cerilla-Lucifer, o simplemente Lucifer. La pregunta es: ¿por qué se le llegó a conocer con ese nombre?
Todo tiene una explicación. Y esto se debe a que así es como se traduce al latín la palabra griega fo•sfó•ros, cuyo significado es “que lleva luz. De hecho es la misma palabra griega que la Biblia usa (2 Pedro 1:19) con el sentido de “portador de luz” o “lucero”.
Por eso, no es de extrañar que en algunos idiomas, como el nuestro, el español y el portugués, todavía se me llame “fósforo”, de acuerdo a la palabra griega original.