Las cuevas de Naica resguardan los más grandes cristales de selenita, ó “piedra de la luna” llamada así por su color, brillo y transparencia. Localizadas al sur del estado de Chihuahua, México, fueron descubiertas accidentalmente, debido a las actividades de exploración de la mina, este sistema drenó el agua de las cuevas descubriendo así un extraordinario tesoro natural.
Son 4 las diferentes cuevas que se pueden admirar en este territorio: La cueva de las espadas, El ojo de la Reina, La cueva de las velas y La cueva de los cristales. Sin embargo cada una de ellas presenta su peculiaridad.
Cueva de las espadas
Conocida desde hace 100 años, sus cristales semejan espadas de hasta 2 metros de largo. Es la menos profunda, lo que la hace más accesible. Sus cristales son complejos ya que contienen formas biogénicas, fosilizadas por minerales de los cuales hay múltiples depósitos. Asimismo, parece que hay restos de polen en los cristales y, probablemente, material biológico útil para el estudio del ADN.
El ojo de la Reina
Es una cueva con una alta temperatura y humedad dentro de la geoda, que presenta procesos de condensación, provocan la formación de calcita en la superficie. Encontrada en el año 2000, mientras cavaban un túnel de exploración en el nivel -290. Primero, descubrieron una pequeña apertura, dentro de una cueva tipo geoda de unos 8 m de diámetro, cubierta con grandes cristales blancos, translúcidos, y transparentes. Parecía que un ojo los estaba mirando. También experimentaron algo fantástico, una burbuja obscura dentro de la cueva que brilló como un diamante al tener contacto con la luz.
Cueva de las velas
Es la cueva de mina más grande descubierta en Naica. Lo que la vuelve única y especial, es la presencia de un sinnúmero de formaciones parecidas a la escarcha en climas fríos extremos (espeleotemas, llamadas velas por su forma delicada y singular), que se desarrollaron sobre la superficie de los cristales en la cámara superior de la cueva. Crecieron durante un corto período de tiempo, en los últimos 20 años, justo después de que bajara de manera artificial, el nivel del agua de la cueva. Desafortunadamente corren el riesgo de perderse debido al proceso natural de enfriamiento de sus paredes, producto de los sistemas de ventilación que requiere la mina para su operación. Otra de sus características es que la superficie de sus cristales se ha re-disuelto parcialmente, dándoles una opalescencia perlada. Su temperatura es de 43-45ºC mientras que la humedad relativa es de menos 80%.
Cueva de los cristales.
A días de descubrir la cueva del ojo de la reina, se encontro esta otra cueva con critales gigantescos algunos tienen el tamaño de pinos adultos, de más de 15 metros de largo y más de 10 toneladas de peso. La temperatura y la humedad en el interior de las cavernas son de alrededor de 65°C y 100% respectivamente ideales para los cristales pero insoportables para el ser humano. La revista Smithsonian de abril de 2002 explicó sobre la formación de dichos cristales: “El agua subterránea de estas cuevas, rica en azufre debido a los yacimientos cercanos de metales, empezó a disolver las paredes de piedra caliza, lo que liberó grandes cantidades de calcio. Este, a su vez, se combinó con el azufre para formar cristales a una escala nunca antes vista por el hombre”.
El descubrimiento de estos inmensos cristales es un recordatorio más de las formidables maravillas y riquezas que hay en la Tierra
¿Qué tal?
Fuentes: ¡Despertad!
Sitio Oficial Proyecto Naica