Pasar horas trabajando, quebrándote la cabeza para que al final no obtengas lo que querías. Y de repente, cuando no lo esperabas, veas lo que era obvio pero nunca notaste y ¡BINGO!
Pues algo así les paso a los descubridores de las siguientes cosas.
1) La penicilina
Ser olvidadizo no siempre es malo, basta recordar a Alexander Fleming que se fue de vacaciones dejando una serie de placas de petri con cultivos de bacterias al aire libre. El resultado fue un moho, que al mirar con atención, había matado a las bacterias. Eran hongos de Penicillium y a la fecha seguimos agradeciéndolo.
2) El microondas
¿A quién no le ha facilitado la vida en alguna ocasión? Percy Spencer trabajaba en el magnetrón cuando se dio cuenta que en su bolsillo se derritió un chocolate. Pero no se enojó, se le prendió el foco y ahí empezó el trabajo que más tarde dio a luz el microondas.
3) El velcro
Georges de Mestral se fue de vacaciones a Suiza y entre tanto sendero se le pegaron un montón de abrojos y demás. Y ya que en 1941 no existía nada parecido decidió recrear ganchos que pudieran unirse a una cinta con fibras enmarañadas en bucle. Y el dinero se multiplicó para él.
4) Politetrafluoretileno
¿Puedes decirlo rápido? Si no puedes llamarle por su otro nombre, teflón. Roy J. Plunkett realizaba una serie de experimentos con polímeros para DuPont, de repente entre los residuos de sus experimentos, descubrió un polvo extraño que tenía propiedades muy resistentes.
5) El caucho vulcanizado
El caucho no es nuevo, los árboles liberan la sustancia, pero fue Charles Goodyear que por accidente notó que se podía vulcanizarlo y eliminar el mal olor, una noche de 1839 se le cayó una mezcla de caucho natural y azufre sobre la estufa encendida y ¡Listo!.
6) Coca-Cola
Una medicina que no sabe mal y hasta es algo enviciante. Según cuenta la famosa leyenda John Pemberton, un farmacéutico estadounidense, buscaba un remedio para calmar los dolores de cabeza usando hojas de coca y nueces de kola. En una ocasión, su asistente le agregó agua carbonatada por error y así nació la Coca-Cola.
7) La radioactividad
Henri Becquerel, trabajaba en la fosforescencia cuando se topo con la radioactividad. Este físico francés colocó sales de uranio sobre una placa fotográfica utilizando la luz del Sol, luego las dejaba toda la noche. Un buen día fue a buscar su equipo en la oscuridad de la noche y notó que las sales de uranio emitían radiación. Para 1903 ya estaba recibiendo el premio Nobel, compartido con Pierre y Marie Curie.
8) Cereales de Kellogg’s
Will Keith Kellogg, ayudaba a su hermano a cuidar sus pacientes en el Sanatorio Battle Creek. Él preparaba una masa a base de maíz, entonces la dejó concentrarse por un día entero. El día siguiente, llegó a las instalaciones y decidió hornear la preparación de todas maneras.
9) La dinamita
“Éxito” es lo que debió pensar su creador, Alfred Nobel. Entenderemos más si tomamos en cuenta que en 1864, una explosión de nitroglicerina mató a cinco personas en su pueblo, entre ellas a su hermano menor. Sin duda, para Nobel el encontrar una manera de manipular el explosivo de modo seguro fue todo un logro.
10) Los edulcorantes
Un dulce accidente a base de más accidentes, pues sus componentes, la sacarina, el ciclamato y el aspartamo, son subproductos derivados de la investigación médica. Así que ahí estaban manipulando las sustancias, entonces por casualidad se tocaron la boca, sin lavarse las manos, percibiendo su nueva creación: los edulcorantes.
¿Qué tal esto?