Toda una aventura recoger conchitas por la playa, diferentes formas, tamaños y colores, en especial para los curiosos niños.
Para muchos son objeto de colección, algunos incluso las aprovechan para hacer pulseras o diversa joyería. Alguna vez te has preguntado ¿cómo se forman? Pues hoy puedes descubrirlo…
Los moluscos necesitan un escudo que los proteja de los depredadores y de la desecación, por ello mismo construyen sus conchas. El manto, que es el tejido de la parte blanda del animal, secreta carbonato cálcico y conquiolina que ayuda a que se forme la concha desde interior y en superficie por los bordes.
Antes los moluscos necesitan extraer calcio de su alimento, del agua, de las rocas y del ambiente. Este llegará mediante el flujo sanguíneo al manto, que los concentra y los transforma en cristales, que son depositados en capas.
La primera capa es de nácar, formada por capas bien apretadas y ordenadas, con un brillo iridiscente espectacular. La capa intermedia es menos compacta. La capa más externa está hecha en su mayoría de conquiolina.
Es fácil descubrir qué tipo de vida ha llevado el portador de la cocha con solo ver sus líneas de crecimiento y su coloración.
En el caso de esta última, ya que los colores se obtienen por la cantidad de alimento, el color es uniforme si come regularmente, de lo contrario presentara vetas y motas.
Aunque como aclara Rtve, el color depende de la especie y les sirve para camuflarse y aportar dureza a la concha.
¿Qué tal?