“Te estás pasando de la raya. No te pases de la raya. Te pasate de la raya”
Expresiones como estas todos o bien la hemos dicho o la hemos escuchado. Pero ¿pasarse de que raya? ¿cuál es el origen de dicha expresión?
Pues bien, ésta expresión -‘pasarse de la raya’- se remonta a inicios del boxeo cuando este deporte no contaba con un cuadrilátero para disputar las peleas. Existían dos modos para que los boxeadores se midieran, el primero de ellos consistía en marcar una raya de tiza en el suelo, así los dos contrincantes quedaban de uno y otro lado, es decir, de frente.
Además los dos contendientes debían poner un pie adelantado en la tiza, no debían moverlo, y mucho menos traspasar su pie de la ‘raya’. Era una pelea casi estática. De modo que si uno de los contendientes se pasaba de la raya (de tiza), perdía la pelea.
La segunda modalidad consistía en que los boxeadores combatieran dentro de un anillo o círculo –ring en inglés– pintado con tiza o conformado por los propios espectadores.