Hay muchas versiones del origen de la palabra Chilango, afirmandose incluso que en un principio, designaba a los mexicanos que de cualquier pais, emigraban a la capital. Sin embargo al mismo tiempo ese término comenzó a usarse en otros estados de la república para referirse a un mexicano que provenia del Distrito Federal.
El ensayita mexicano Gabriel Zaid en su artículo “Chilango como gentilicio” escribe que “chilango” es una variación que se realizó en el Estado de Veracruz de la palabra chilango que proviene del maya xilaan que significa desgreñado.
En el mismo artículo se hace referencia a César Corzo Espinosa quien propuso que la palabra “chilango” tiene un origen nahuatlen la palabra chilan-co que significa “donde están los colorados” y que hace alusión al color de piel de los habitantes de la Ciudad de México, enrojecida por el frío.
También se postula otra teoría, sin muchas bases etimológicas, que el término tiene que ver con el consumo del “chile”, pero además existe la idea de que es una palabra compuesta por “chile” y “chango” para hacer referencia a la frase despectiva de “cuerpo de chile y cara de chango”, la cual se utiliza en regiones de Guadalajara y Monterrey al generalizar las poblaciones del Distrito Federal, Valle de México y el Estado de México de igual forma, y en forma de burla y discriminación lingüística por los acentos, modulaciones y entonaciones desplegadas de localismos y modismos.
En Yucatán se da un caso particular, ya que ahí se les llama “huaches”, esto es debido a que a mediados de la década de 1910, el ejército del Gral. Salvador Alvarado entró en la ciudad de Mérida, Yucatán, y la mayoría de ellos calzaban huaraches y es ahí donde derivó la palabra “huach” para referirse a dichos extraños.
Otro posible origen es la expresión “uá-paach” (alto y delgado) que utilizaban los antiguos mayas al referirse a los aztecas. Sin embargo, con el paso de los años el vocablo se empleó para designar a los “chilangos” y por extensión a los demás que no son originarios de la Península de Yucatán. Se emplea al calificativo de yuca-huach (con un tono despectivo) al yucateco que adquiere modales o costumbres propias de la gente de la capitál del país.
Sin embargo no se debe usar ese término para ofender o denigrar a ninguna persona.
Fuente: Wikipedia.org