La palabra proviene del griego Propínein. Pro (para) y Pínein (beber). Quería decir “beber a la salud de otro”. Existía la costumbre de beber parte del contenido de la copa; lo restante, lo bebía la persona a cuya salud se brindaba.
El término latino “propinare” mantuvo el mismo significado, pero agregó, también, el de beber invitado por otro, convidado por otro.
Más tarde, apareció la palabra “propina” que quería decir “regalo, dádiva, convite”. Estos son los significados que mantiene actualmente.
En alemán, como en francés, “propina” significa, literalmente, dinero para beber.
Es interesante notar que en ruso, a propinar le dicen давать на чай (dabatch na tchai), o sea “dar para el té”.