En el cortometraje “When the Giant Cruise Ships Came to Town“, Odveig Klyve, residente de Stavanger, cineasta y poeta, muestra el sentimiento que se percibe con la llegada de gigantes cruceros que eclipsan este pintoresco pueblo noruego.
Desde que llegaron los cruceros, la vida de los lugareños ha cambiado muchísimo. Stavanger, era un ciudad pequeña y tranquila, libre del ruido y del smoke. Ahora con la llegada de miles de turistas y cruceros, el ruido y la contaminación se han disparado.
En lugar de apreciar la vista al mar, los habitantes contemplan barcos y más barcos, dejándoles una sensación de ahogo y encierro, según comenta Klyve.
Cuando los cruceros comenzaron a llegar hace algunos años, la gente estaba entusiasmada con la derrama económica que eso traería a la ciudad portuaria. Pero el costo a pagar es mucho más alto: la tranquilidad.
Los turistas quieren conocer Gamle Stavanger, La Ciudad Vieja y que es lo más lindo de la ciudad. Es un conjunto de 170 casas de madera perfectamente conservadas de los siglos XIII y XIX. Ha sido nombrada Patrimonio de la Humanidad.
El documental New Yorker, ha dejado la narración a un lado y conservado el sonido ambiente para permitirnos sentir la tranquilidad que se respira en la ciudad hasta que llegan los cruceros gigantes.
EL VIDEO:
[Vía Kotke.org]