– En 1992 se desencadenó una gigantesca tormenta que provocó la ausencia de público en la meta y el sufrimiento extremo de los participantes. El mexicano Raúl Alcalá, prácticamente a oscuras y envuelto en una torrencial lluvia, logró la victoria más épica que se recuerda en el Boulevard donostiarra.
– Ese mismo año, 1992, un neoprofesional estadounidense llamado Lance Armstrong corría su primera prueba en la máxima categoría internacional. Terminó en última posición y nada más bajarse de la bicicleta aseguró, entre lágrimas: “Volveré a San Sebastián para ganar la carrera”. En 1995 cumplió su promesa y se coronó de campeón..
– Sólo una gran escapada ha tenido éxito en San Sebastián. El austriaco Gerhard Zadrobilek saltó del pelotón prácticamente en la salida de la edición de 1989 y llegó a la meta con ventaja sobre el español Francisco Antequera, actual seleccionador nacional.
– Marino Lejarreta ganó tres veces la ‘Klasika’, pero pudieron ser cuatro. Su llegada junto a Iñaki Gastón en 1996 hizo correr ríos de comentarios. El ‘Junco’ se quejó amargamente del comportamiento de su compañero de fuga, que no entraba jamás a un relevo y finalmente se adjudicó el triunfo en el sprint.
– Miguel Indurain fue el primer español en adjudicarse una clásica de la Copa del Mundo. Fue en la San Sebastián de 1990, con un hachazo implacable que dejó fuera de juego a un especialista como Sean Kelly, quien nunca pudo adjudicarse la carrera donostiarra. El segundo de aquella edición fue un joven sprinter llamado Laurent Jalabert, último vencedor de la Clásica en 2001.