Seis jirafas demacradas, entrelazadas entre sí, yacen tendidas víctimas de una cruel sequía que azota la región keniana por más de un año.
Las jirafas murieron por desnutrición, provocada por la falta de crecimiento vegetativo y de agua. La foto desgarradora es solo un ejemplo más del cambio climático que ha provocado una prolongada sequía.
El fotoperiodista Ed Ram, autor de la imagen, dijo que al parecer las jirafas intentaban llegar a un depósito de agua cercano, pero se había secado.
Ahora, la preocupación se extiende por más de 4.000 jirafas que están en riesgo, según The Star, una publicación de Kenia.
Desde diciembre de 2020 una gran sequía afecta la región. Las lluvias tan escasas no se habían visto desde 1981, según informó la ONU.
Además de las jirafas, otros animales herbívoros como la gacela, el gerenuk (o gacela jirafa), la cebra real, la cebra de burchell, el búfalo y el ñu corren peligro.
¿Pero sabes qué es lo más lamentable? Según leemos en The Star, mientras la fauna silvestre migra más allá de sus áreas de distribución, al hallarse vulnerables, son víctimas de cazadores furtivos. ¡Qué triste!
Ahora bien, no solo la vida silvestre está en peligro. También las personas están en una situación crítica ante la falta de alimento y agua. Se estima que 368.000 personas enfrentan “niveles de hambre de emergencia” y 523.000 niños menores de cinco años necesitan tratamiento urgente por desnutrición aguda, según publica Bussines Insider.
Este artículo ha sido publicado en planetacurioso.com