Ocurrió una tragedia para este pobre gatito. Un intruso robó su comida, y aunque lo intentó, no pudo hacer nada al respecto.
Su dueño le había dejado la cena, cuando el gato fue por ella se encontró con una terrible sorpresa.
Se encontró con una zarigüeya, el gato actuó ante este intruso, pero la zarigüeya no fue muy amigable con el pobre felino.
Su ultima opción fue recurrir a “su humano”, quien sólo se dedicó a tomar fotos de la divertida anécdota, algo que seguramente todos habríamos hecho en su lugar.
Mira las imágenes e imagina lo que el pobre gato pensaba en esos momentos. Con esa mirada es como si le dijera a su dueño: “¿No vas a hacer nada al respecto?”, “¿Acaso no ves que está robando mi cena?”
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