El Koenigsegg Agera RS es el coche de producción más rápido del mundo al alcanzar los 447,2 km/h en tan solo 36.4 segundos y 2.441 metros. El récord se estableció el sábado en una carretera pública cerrada al tráfico en Pahrump, Nevada.
Se trata de un superdeportivo de fabricación artesanal propulsado por un motor V8 biturbo de 5.0 litros de 1.376 caballos que apenas supera los 1.295 kilogramos de peso gracias a su construcción ultra ligera en fibra de carbono que permite que la relación entre potencia y peso sea menor de un kilogramo por caballo.
Los 447,2 km/h pulverizan el anterior récord, en poder del Hennessey Venom GT con 435,31 km/h (conseguido, a diferencia del Koenigsegg o del Veyron Super Sport, en una única pasada en un solo sentido). Asimismo, antes de lograr el récord de velocidad también se hizo con el de la prueba del 0-400-0, destronando al Bugatti Chiron.