Bajo una plataforma de hielo de la Antártida, en uno de los lugares más oscuros y fríos del planeta, se hallaron unas misteriosas criaturas que han sobrevivido por mucho tiempo. En un sitio donde no se pensaba que encontrarían vida.
Entre las criaturas marinas, se hallaron peces, gusanos, medusas, krill y otros organismos, pero lo que más llamó a la atención, fueron unas esponjas marinas, que viven tan lejos de donde se produce la fotosíntesis, algo tan esencial para su supervivencia.
Los científicos perforaron una plataforma de hielo de la Antártida, y hallaron una roca en el fondo marino que alberga especies que tal vez nunca antes se habían visto. (Foto abajo)
“Este descubrimiento […] nos muestra que la vida marina antártica es increíblemente especial y sorprendemente adaptada a un mundo helado” dijo el biogéografo Huw Griffiths.
La vida lejos de la luz del sol
Es muy difícil llegar a esos lugares casi inaccesibles.
Para explorar esos lugares, los científicos tiene que hacer agujeros en el hielo y bajan el equipo necesario para echar un vistazo.
Lo más sorprendente es encontrar esponjas marinas y otros organismos que se han adaptado a vivir bajo el hielo, lejos de la luz del sol.
Y es que la gran parte de la vida en la Tierra depende del sol para sobrevivir.
De hecho, la fotosíntesis es la base de toda la cadena alimenticia.
En el caso de las esponjas marinas, en ocasiones, filtran microalgas a través de sus poros, las cuales quedan atrapadas, realizan la fotosíntesis, proliferan y la esponja las utiliza como fuente de alimento.
¿Cómo sobreviven las esponjas marinas y otros organismos que utilizan la fotosíntesis, si no hay luz solar ahí debajo del hielo?
Ese el misterio.
En las profundidades más oscuras donde no llega la luz solar, los seres vivos utilizan una estrategia diferente. Alrededor de los respiraderos térmicos del océano que expulsan el calor y los productos químicos volcánicos, las bacterias dependen de las quimiosíntesis para producir azúcares, que forman la base de una cadena alimenticia similar.
A diferencia de la fotosíntesis, la quimiosíntesis produce esa energía sin el requerimiento de luz solar, siendo garantía de vida para las especies que existen en las dorsales oceánicas o en sedimentos profundos.
Según investigaciones recientes, los organismos que viven bajo los glaciares quimiosintetizan el hidrógeno. También hay lugares quimiosintéticos que dependen del metano, o hasta se han encontrado una fuga de metano en aguas antárticas.
Esto podría explicar cómo las criaturas marinas hallados por Griffiths y su equipo han sobrevivido todo este tiempo.
Claro, aun falta mucho por estudiar para llegar a una conclusión acertada.
Aún así, ¿verdad que es sorprendente la vida marina que esconde la Antártida?
Vía: ScienceAlert