Pues ya está aquí la segunda parte de las peculiares mascotas que al igual que sus dueños hicieron historia.
Puedes leer la primera parte aquí.
Los más comunes son los perros, aunque también hay quienes gustaban de otras mascotas más exóticas pero igual de queridas por sus amos.
6) Ana Bolena y su perro faldero
Tanto quería la segunda reina de Enrique VIII a su perrito faldero, Purkoy, que cuando este murió al caer desde una gran altura, nadie tuvo el valor de darle la mala noticia a la reina. Al final fue el rey Enrique quien tuvo que informárselo.
7) El príncipe Rupert del Rin y Boye
Compañeros de travesuras, el príncipe enseñó a su pequeño caniche a levantar la pata y orinar en el momento que se oyera el nombre del comandante enemigo, Pym. Tristemente propagandistas puritanas lo acusaron de ser Satanás disfrazado e inmune a las balas. Se dieron cuenta de que era un perro común, pero demasiado tarde, Boye murió asesinado en la batalla de Marston Moor en 1644.
8) Lord Byron y su zoológico
Incluía un medio-lobo domesticado, un oso que creció con él, 10 caballos, 8 enormes perros, 3 monos, 5 gatos, 1 águila, 1 cuervo, 1 halcón, 5 pavos reales, 2 gallinas de Guinea y 1 grúa egipcia. Aunque el consentido era un perro llamado Contramaestre, que inmortalizó en el mármol cuando se murió de rabia.
9) Lucio Licinio Craso y su anguila
En el estanque del jardín, este aristócrata romano, mantenía a su querida anguila que adornaba con un collar y aretes “justo como si fuera una hermosa doncella”, y como le lloró a su muerte.
10) Gérard de Nerval y su langosta
Por último, pero no menos importante, llega a este listado el poeta romántico francés, Gérard de Nerval. Su mascota era una langosta a la que sacaba a pasear agarrada con una correa de seda azul por los jardines de París.
Interesante, ¿no crees?