Gary LeMaster tiene que ser uno de los mejores escultores del mundo, después de todo ¿cuántas personas pueden tomar un cascarón de huevo y convertirlo en una obra compleja y bella?
Desde muy joven Gary mostró pasión por las bellas artes. En un principio practicó el dibujo con lápiz, carbón vegetal, y tinta, pero puesto que es daltónico su arte visual fue limitada y no era lo suficientemente bueno en esa area.
Sin embargo, lo suyo serían las esculturas, y nos fascina con su trabajo. ¿Pero como hace tan laboriosas esculturas?
El proceso de tallado hasta darle la forma adecuada es un proceso lento y laborioso. Lo primero que tiene que hacer el autor es limpiar y vaciar cada huevo. Una vez que el huevo se ha secado dibuja los detalles con un lápiz y comienza a cortar la cáscara con un taladro dental con puntas de diamante y carburo que gira a 400.000 r.p.m .
El siguiente paso es eliminar cualquier resto de lápiz que haya podido quedar sobre la cáscara utilizando unicamente sus manos y un abrasivo. Después le da dos baños de cloro para eliminar cualquier residuo de membrana que pueda quedar en su interior.
Por último y para terminar la pieza el autor la firma para certificar su autenticidad y la sella con tres o cuatro capas de laca. Luego la coloca dentro de una cúpula de cristal para realzar su belleza.
Todas sus creaciones van acompañadas de un certificado de que han sido creadas a mano.
¡ Muy bellas, sin duda alguna! 😉
Enlace: theeggshellsculptor.com