Por primera vez se ha registrado el caso de ciempiés alimentándose de aves marinas en una isla australiana. Investigadores estiman que los ciempiés gigantes se devoran hasta 3.700 pajaritos cada año.
Estos ciempiés gigantes (cormocephalus coynei) que habitan la Isla Phillip pueden crecer hasta casi 30 centímetros de largo y poseen un poderoso veneno que inyectan en sus víctimas.
Al anochecer, los ciempiés salen de sus escondites para acechar a sus presas. Sus antenas les sirven como guía mientras se desplazan por el suelo boscoso. Debido a que los petreles de alas negras construyen sus nidos en el suelo, las crías son sus objetivos principales.
Mientras los pajaritos descansan, los ciempiés los atacan inyectándoles un veneno mortal y se los comen vivos al comenzar la parálisis.
De hecho, es la primera vez que se reporta el caso de ciempiés que se alimentan de aves marinas.
Y los ciempiés no solo cazan crías de aves marinas; también se les observó comiendo geckos, eslizones, grillos e incluso peces carroñeros.
Su papel como depredadores en la isla Phillip, ubicada a 1,400 kilómetros al este de Australia, es indiscutible. Y aunque consumen una gran cantidad de pájaros y otros animales, son parte vital de su ecosistema.
Desde que los humanos introdujeron cerdos, cabras y conejos a la isla, que la habían convertido en una comunidad penal en 1788, la vegetación menguó significativamente.
Ahora, los ciempiés contribuyen al crecimiento de la vegetación de la isla.
[The Conversation, vía: Science Alert]