Descubre la historia de un error científico sobre la que se basó Popeye, el marinero que come espinacas poderosas.
En 1919, nació una historieta llamada “Thimble Theatre“. Fue creada por el ilustrador EC Seegar, a petición del New York Journal.
Los protagonistas eran Olive Oyl, su hermano Castor Oyl, y el novio de Olive, Harold Hawgravy. Todo marchaba bien, hasta que diez años después, el ilustrador Seegar necesitaba un marinero para una historia. Así nació Popeye.
Inicialmente, Popeye sería temporal, pero los lectores lo adoraron que terminó convirtiéndose en el principal personaje de la tira cómica.
Popeye tenía una peculiaridad muy extraña: amaba las espinacas.
Cuando Popeye necesitaba salvar a alguien o luchar contra un villano, tomaba una lata de espinacas, la devoraba y obtenía una fuerza sobrehumana.
La fama de Popeye
En 1933, Popeye llegó al cine. El estudio de animación destacó una curiosidad de Popeye: los poderes que adquiría al comer una lata de espinacas. Aunque en la tira cómica de vez en cuando se le veía comiendo espinacas, en cada caricatura se presentaría a Popeye comiendo su superalimento.
Y así fue. Cada vez que Popeye se enfrentaba a una situación desesperada, casi siempre salvando a Olivia, abría una lata de espinacas y era capaz de resolverlo todo.
En 1960, Popeye incursionó a la televisión. Eso lo hizo mucho más famoso. Y lo más curioso de todo esto, es que tuvo en efecto positivos en la audiencia. De pronto la gente comía más espinacas. De hecho, en Estados Unidos, el consumo de espinacas aumentó un 30 por ciento.
Los niños que odiaban las verduras, comían espinacas por que Popeye lo hacía.
Cómo Popeye salvó una ciudad en la Gran Depresión
En la década de los 30, la Gran Depresión estaba arruinando muchas ciudades de Estados Unidos. Pero un rayo de esperanza iluminó Crystal City, Texas. El responsable fue un héroe inesperado: Popeye el Marino.
En los años 30, Popeye era el personaje de dibujos animados más popular del mundo. Su legendaria fuerza, atribuida a las espinacas, desató una ola de consumo de esta verdura antes ignorada. Crystal City, que se encontraba en el centro de la producción de espinacas, vio cómo su negocio florecía mientras otras ciudades se hundían en la miseria.
Los residentes de Crystal City no solo se beneficiaron del auge de la espinaca, sino que también abrazaron al personaje que la había impulsado. En 1937, erigieron una estatua de Popeye en un lugar de honor, proclamándose “Capital Mundial de la Espinaca”. La ciudad incluso celebra un Festival anual de la Espinaca en noviembre, un homenaje al héroe verde que la salvó de la ruina.
La historia de Crystal City es un recordatorio de que incluso en los momentos más difíciles, la esperanza puede surgir de lugares inesperados. Un simple dibujo animado, con su mensaje de fuerza y superación, se convirtió en un símbolo de prosperidad para una ciudad en apuros. La estatua de Popeye no solo es un monumento a un personaje ficticio, sino también un tributo al espíritu inquebrantable de una comunidad que se negó a rendirse ante la adversidad.
¿Por qué Popeye come espinacas?
Para responder a esta pregunta retrocedamos al año 1870. Erich von Wolf, fue un químico alemán, quien examinó la cantidad de hierro que contienen las espinacas.
Pero al transcribir sus datos, colocó mal el punto decimal. En un porción de 100 gramos de espinacas sólo hay 3,5 miligramos de hierro. Pero el escribió que hay 35 miligramos. Es decir 10 veces más.
Una vez que se imprimió el número incorrecto, su valor nutricional se disparó por las nubes.
Entonces, cuando se creó Popeye, se tomó como base aquel número equivocado. Debido a sus altas propiedades, Popeye come espinacas para adquirir una fuerza extraordinario para derrotar a sus enemigos. También era una forma indirecta de educar a los niños para que comieran más verduras.
Este pequeño error fue corregido en 1937. Aunque el mito de que las espinacas tiene mucho hierro se extendió desde entonces. En un intento por derribar este mito, el British Medical Journal publicó un artículo en 1981 explicando la verdad del incidente de las espinacas.
Aunque el error se corrigió, el mito de las espinacas de Popeye sigue vivo gracias a una coma mal puesta y al poder de la televisión.
La realidad del hierro en las espinacas
Si bien las espinacas son un vegetal nutritivo que contiene hierro, su contenido no es tan elevado como se creía. Con 3 miligramos de hierro por cada 100 gramos, las espinacas no son una fuente excepcional de este mineral.
Las espinacas siguen siendo un alimento saludable rico en vitaminas, minerales y fibra. Sin embargo, no debemos esperar que nos brinden la fuerza de Popeye por su contenido de hierro.
Pensamientos finales
La historia de este error tipográfico nos muestra cómo se propagan las noticias falsas. Lo importante que es verificar la información, es decir, no creer lo primero que se encuentra, sino investigar un poco más del tema. También nos recuerda que la publicidad y la cultura popular pueden influir en nuestras creencias sobre la alimentación.
La próxima vez que veas a Popeye comiendo espinacas, recuerda que su fuerza no proviene de este vegetal, sino de su determinación y coraje. La importancia de creer en uno mismo y luchar siempre por las personas que amas.