La noche del 13 de agosto de 1961 quedó en la historia, ya que los oficiales de la República Democrática Alemana (Este), cerraron la frontera y comenzaron con la construcción de un muro. La gente quería cruzar el muro y muchos buscaron maneras muy curiosas de cruzarlo.
1. En una cuerda floja
El Acróbata Horst Klein de Alemania Oriental, hizo una de las escapadas más atrevidas sobre el muro a principios de 1963. Gracias a su habilidad acrobática, Klein fue capaz de convertir un cable de alta tensión en desuso que se extendía sobre el muro en su ruta de escape. Se trasladó con sus manos colgando del cable 60 pies (18 metros) sobre la cabeza de los guardias y avanzó a lo largo de su camino. Cuando cayó del cable ya estaba en Berlín Occidental.
2. En una tirolesa
El 31 de marzo 1983, los amigos Michael Becker y Holger Behtke copiaron la idea de Klein pero un paso más allá al permitir que la gravedad hiciera el trabajo pesado por ellos. La pareja se subió al ático de un edificio de cinco pisos en el lado oriental del muro y disparó una flecha atada a una cuerda de pescar sobre un edificio en Berlín Occidental. Un cómplice agarró la flecha y enrolló la cuerda, que a su vez estaba conectada a una cuerda más pesada, a continuación, a un cable de acero de un cuarto de pulgada. Una vez que el cable de acero estaba sujeto a una chimenea en el lado occidental del muro, Becker y Bethke usaron poleas de madera y cruzaron el muro. ¿Curioso, verdad?
3. Un convertible sin un parabrisas.
Cuando el tornero austriaco Heiz Meixner se detuvo al Punto de control Charlie, el 5 de mayo de 1963, algo parecía muy extraño en su convertible rojo Austin Healey Sprite. ¿Que era lo extraño? Le faltaba su parabrisas. (Una inspección más cercana también habría revelado que su madre se ocultaba en el maletero.) Cuando el guardia de la Alemania Oriental ordenó que Meixner se dirigiera a la aduana, Meixner piso el acelerador y se agachó. Su pequeño coche se deslizó justo debajo de una barrera alta sobre un metro que dividía el este del oeste.
4. Con tarjeta de Playboy
En 1986 en un artículo de Los Ángeles Times escrito por Gordon E. Rowley describía la manera de escapar Meixner con todo y auto, pero también detallaba una manera menos tecnológica de cruzar la frontera. De acuerdo con Rowley, algunos cruzaban la frontera simplemente acercándose a los guardias y brillando sus tarjetas de membresía para el Club Playboy de Múnich. Las tarjetas parecían pasaportes diplomáticos que a menudo los guardias hacían una señal con la mano, dejando pasar a los portadores.
5. En un tren a toda velocidad
Muchos utilizaban la inteligencia para cruzar y había varios implicados, pero en los primeros días del muro, la fuerza bruta también era una opción. En diciembre de 1961, un conductor de tren de 27 años, llamado Harry Deterlin pilotó lo que el llamó “el último tren de la libertad” a través de la frontera. En lugar de frenar su tren de pasajeros al acercarse a las fortificaciones, Deterling lo aceleró al límite y atravesó el muro.
El tren se deslizó hasta detenerse en Spandau, ciudad de Berlín Occidental, permitiendo a Deterling, siete miembros de su familia y otras 16 personas a bordo permanecer en Occidente. El ingeniero del tren y otros seis pasajeros optaron por regresar a Alemania Oriental.
6. En un globo de aire caliente
La fuga orquestada por Hans Strelczyk y Gunter Wetzel en 1979 suena más bien a una historia sacada de un libro de cuentos fantásticos. Strelczyk, un mecánico, y Wetzel, un albañil, construyeron un motor de globo de aire caliente. Sus esposas montaron un globo improvisado de retazos de tela y sábanas viejas, y el 16 de septiembre de 1979, las dos parejas, junto con sus cuatros hijos, flotaron hasta 8.000 pies (2.400m) sobre el muro de Berlín.
7. En un túnel envejecido
En mayo de 1962, una docena de personas escaparon de Oriente a través de Der Seniorentunnel, conocido también como el “Túnel de Mayores”. Liderado por un hombre de 81 años, un grupo de la tercera edad había pasado 16 días cavando unos 48 metros de largo, el túnel tenía poco menos de 2 metros de altura que conducía de Alemania Oriental hasta el otro lado del muro. De acuerdo con uno de los excavadores, el túnel era alto, por que los ancianos querían caminar a la libertad con sus esposas, cómodas y erguidas. ¡Que considerados!
8. Soldados fronterizos
A veces las películas tienden a retratar a los guardias fronterizos de Alemania del Este como autómatas desalmados que estaban decididos a mantener a cada uno en su lado del muro, pero muchos guardias estaban tan desesperados por escapar con sus compañeros alemanes del Este. Un beneficio adicional de ser guardia de fronteras era que un soldado podía simplemente pasear por la frontera de la libertad, y muchos lo hicieron. 1,300 dieron el salto en los primeros dos años de existencia del muro. ¿Que te parece?
9. Usando el Colchón de Aire
El 1975, el soldado Ingo Behtke de Alemania Oriental, soñaba con viajar por el mundo. Una noche de mayo, el joven cortó un agujero en la valla fronteriza, navegó a través del campo de minas y cruzó nadando el rió Elba sobre un colchón de aire.
10. En un avión ligero
Los hermanos Bethke tenían un tercer hermano, en el este, por lo que a principios de 1989, decidieron volver y traerlo a la frontera. Ingo y Holger tomaron lecciones de vuelo ultraligero, compraron dos aviones ultraligeros y pintaron estrellas soviéticas en uno de ellos. Vestidos con uniformes militares, los hermanos volaron sobre la frontera, recogieron al tercer hermano, Egbert, y volaron hacia el oeste. La misión pasó casi desapercibida.
Fueron maneras muy curiosas de cruzar el muro de Berlín, aunque esto es sólo un pedacito de la historia, cientos más intentaron pero con un final muy trágico. ¡Que lamentable situación!
¿Que te parece la creatividad y curiosidad que muchos emplearon para cruzar el muro de Berlín? Nos gustaría leer sus comentarios.
Con información de Mental Floss