Un grupo de rescatistas de vida silvestre se llevó una divertida sorpresa al darse cuenta que lo que estaban rescatando no era un erizo bebé. En realidad, se trataba del pompón de un gorro para el frío, que una mujer había encontrado.
Los rescatistas del Reino Unido compartieron esta curiosa anécdota en sus redes sociales. Obviamente, la mujer tenía buenas intenciones. Creyendo que era un erizo en apuros lo guardó en una caja para gatos. Luego de pasar una noche sin moverse el ‘erizo’, llamó al equipo de rescate. Al final, ellos bromearon y escribieron que el pompón estaba recibiendo mucho cariño.