Nadie sabe qué contiene el sarcófago de granito negro desenterrado recientemente en Alejandría.
Se trata de uno de los hallazgos más raros descubiertos hasta ahora. A diferencias de otras tumbas egipcias que se han abierto y saqueado, ésta continúa inalterable por más de 2.000 años. Aunque se puede aprender mucho de historia una vez que se examine, muchos usuarios de Internet no quieren que se abra el sarcófago. ¿Sabes por qué? Ellos dan algunas razones.
Las extrañas razones
Las supersticiones. Hablar del Antiguo Egipto es también hablar de los faraones y el culto a ellos. Existe la llamada “maldición del faraón”. Puesto que ellos eran considerados dioses o semidioses, se creía que si se abría una tumba e interrumpía el reposo del faraón, la persona se acarrearía la maldición que terminaría con su vida.
Un virus letal. Hay quienes suponen que un virus podría salirse del sepulcro sellado y expandirse. Tal vez lo dicen porque han visto muchas películas sobre virus mortales contagiosos. Aunque la idea de un virus mortal o bacteria mortal no suena tan descabellado después de recordar que en casos anteriores algunos han muerto tras excavar tumbas faraónicas, y no es por alguna maldición, sino más bien debido a bacterias concentradas por siglos en los sepulcros.
Tal es el caso de la tumba de Tutankamón, descubierta en 1922 por Howard Carter, cuando murieron más de 8 exploradores tras contraer una “bacteria mortal”. O en 1971 en Sakkara, donde Walter Brian Emery, lideraba la excavación y robó una reliquia que su hijo más tarde devolvió creyendo que se trataba de una maldición y que por esa razón habría muerto el egiptólogo.
Alejandro Magno. De acuerdo con los especialistas, la tumba podría pertenecer al período ptolemaico temprano que comenzó después de la muerte de Alejandro Magno en 323 a. C. El misterio sobre la localización de la tumba del general macedonio Alejandro Magno podría finalmente resolverse.
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Identidad desconocida
Junto a la pieza de granito negro, se halló una cabeza de hombre esculpida en alabastro que podría ser el retrato de quien está sepultado. Pero el tiempo ha hecho lo suyo, y practicamente el rostro es irreconocible.
El sarcófago pesa unas 30 toneladas, así que extraer la pieza funeraria requerirá de buena planificación y cuidado. Los medios locales informan que el gran sarcófago deberá ser levantado por una grúa y transferido a un sitio arqueológico para ser abierto y examinado.
De más está decir que el hallazgo fue accidental el pasado 1 de julio, mientras se hacía una excavación para construir un edificio. ¿Será otra razón para mantener sellado el sarcófago?