Probablemente te paso cuando eras niño, osaste comer algo cuando te acababas de cepillar los dientes, te volviste a ensuciar la boca y lo peor es que ni lo disfrutaste porque te supo horrible…
La cuestión es ¿por qué? La clave está en el lauril sulfato de sodio, que se encuentra en toda pasta de dientes.
La explicación entonces sería, de acuerdo a un estudio publicado por la Sociedad Americana de Química, que tal detergente bloquea los receptores dulces en la lengua y crea rampas hasta nuestros receptores de amargura.
Así de sencillo, claro que no es el único efecto de la pasta dental, hay quienes quizá se pregunten ¿por qué el agua fría se siente más helada después de usar la pasta?
Quizá más tarde te lo digamos, pero dinos ¿qué pregunta te gustaría que te contestáramos?
Fuente: Popsci