Típica frase de mamá: ¡Deja de rascarte!, entre más lo hagas más comezón te dará. Y es verdad, hoy te diremos por qué sucede eso…
Porque hay un culpable: la serotonina, una sustancia neurotransmisora que lleva mensajes una y otra vez entre los nervios de cuerpo.
De acuerdo al estudio realizado por la Escuela Universitaria de Medicina de San Luis (EEUU), al rascarnos se crea un leve dolor en la piel lo que nos lleva a segregar serotonina y nos hace sentir más comezón.
Para comprobarlo usaron dos grupos de ratones a los que les inyectaron una sustancia que provoca picores, después bloquearon la producción de serotonina en uno de los grupos.
Tras comparar las reacciones de los roedores descubrieron que los que no producían serotonina se rascaban mucho menos, explica Muy Interesante.
Como explican los expertos, la solución a la eterna comezón es bloquear la producción de serotonina, “la forma natural de eliminar el dolor”.
Ahora solo falta encontrar la manera de hacerlo, mientras tanto no olvides tu repelente, ¿qué otras cosas deberíamos evitar?