Desde hace varios años se ha encontrado una manera práctica de guardar comida por meses sin que ésta se altere. En muchos otros sucede todo lo contrario, y lejos de conservarla, la contaminan. ¿Por qué decimos esto?
El 24 de abril de 2007 en Georgia, Estados Unidos, una familia llegó a la sala de urgencias del hospital de la comunidad con un severo cuadro de botulismo, y con la misma condición médica se reportaron dos menores en Texas. En ambos casos habían consumido productos enlatados, por lo que se lanzó una alerta pública a los consumidores para tirar toda la comida enlatada de cierta marca puesto que se habían contaminado con la bacteria Clostridium botulinum, la cual aunque no se transmite de una persona a otra, contamina los alimentos y sus esporas son resistentes al calor al que son expuestos antes de envasar los productos.
¿Qué efectos produce tal bacteria? Las esporas de la bacterias son capaces de germinar en las condiciones anaeróbicas, luego la bacteria crece y produce la toxina. Sin embargo el verdadero peligro es cuando una lata contaminada se abre y el contenido es conservado en ella, la acción del aire permite que rápidamente se contamine y se convierta en un potente veneno de consecuencias fatales.
¿Cuáles son los síntomas? Estos se pueden presentar 12 horas después del consumo, entre otros, fatiga extrema, dificultad para hablar y tragar alimentos.
¿Qué tan peligrosa es la bacteria? El Clostridium es considerado una de las toxinas más poderosas del mundo, pues basta con un microgramo para causar la muerte de una persona, al atacar el sistema nervioso periférico, produce parálisis flácida y suele haber casos mortales por parálisis respiratoria o cardiaca cuya tasa de mortandad está entre el 20 y el 50 %. Sin embargo, con el tratamiento adecuado, un enfermo puede curarse en ocho meses.
Es interesante notar que esta bacteria no es propia de la comida enlatada, puede encontrarse en el suelo y aguas contaminadas. O entrar en heridad abiertas, de ahí la importancia de limpiar las heridas con agua, jabón y alcohol.
Fuente: Muy Interesante