Luego hasta nos dicen “échame aguas”, pero si supieran de dónde salió tal frase…tal vez no lo dirían.
No es que me guste ahondar en estos temas pero la historia se remonta al tiempo de la Colonia, cuando aún no existían los excusados. ¿Te lo imaginas? Entonces déjame seguir explicando…
La gente usaba bacinicas, que como todo, llegaban a su tope y era cuando tenían que vaciarlas, ¿dónde? Pues la costumbre era tirarlo desde la venta a la calle.
Por educación, claro, tenían que advertir a los transeúntes gritando “¡Aguas!”, aunque seguramente no falto el pobre incauto que no alcanzó a escapar, ¡kiu! fuera imaginación….
¡Qué bueno que ya hay baños! y que “¡Aguas!” no significa lo que era, ¿no crees?