El color verde es usado como emblema de la ecología. De hecho son muchos los productos y articulos que presumen ser ecológicos utilizan el color verde para resaltar su amabilidad con el medio ambiente. Sin embargo un informe que hace el químico alemán Michael Braungart a The New York Times explica que teñir el plástico de verde o imprimir tinta verde sobre papel es inevitablemente contaminante.
El coautor del libro sobre diseño sostenible Cradle to Cradle, Braungart, explica que el verde es un color tan difícil de obtener que muchas veces se usan sustancias tóxicas para estabilizarlo. Así, plásticos y papeles verdes no pueden ser reciclados de forma segura, pues pueden contaminar todo aquello con lo que estén en contacto.
Según leemos en el blog ecologiablog Alice Rawsthorn cita algunos ejemplos. El Pigmento Verde 7, el tipo de verde más usado, es un pigmento orgánico pero contiene cloro. El Pigmento Verde 36 incluye átomos de bromuro y cloro, mientras que el Pigmento Verde 50 tiene cobalto, titanio, níquel y óxido de zinc.
Cuenta el artículo que muchas pintura y papeles pintados verdes muy populares en los siglos 18 y 19 contenían arsénico. Aparentemente, una de esas pinturas, el verde de Scheele, inventado en Suecia en la década de 1770, es considerado por algunos historiadores la causa de la muerte de Napoleón Bonaparte en 1821, pues un papel con este color cubría su húmeda celda en la isla Santa Helena.
Lejos de ser amable con el medio ambiente, lo arruina más… mira ¿quien lo diría? Son de aquellas noticias verdaderamente curiosas.