Caminar durante 40 minutos tres veces por semana aumenta el volumen del hipocampo, una región del cerebro clave en la memoria, según una investigación en la que han participado personas de entre 55 y 80 años.
“Los resultados de nuestro estudio sugieren que incluso un aumento modesto del ejercicio que hacen personas mayores sedentarias puede llevar a mejoras sustanciales en la memoria y la salud neurológica”, declara Art Kramer, director de la investigación, en un comunicado difundido por la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign (EE.UU.).
Este es el primer estudio que analiza los efectos de la actividad física sobre el hipocampo en personas mayores. Situado en el centro del cerebro, el hipocampo interviene en la consolidación de los recuerdos y en el sentido de la orientación.
Se estima que su volumen se reduce entre un 1% y un 2% cada año en personas mayores, lo que explica en parte el deterioro de la memoria y del sentido de la orientación con la edad, incluso en personas que no tienen alzheimer. Los investigadores han reclutado para el estudio a 120 voluntarios que tenían un estilo de vida sedentario y que no tenían ninguna enfermedad neurológica diagnosticada. A la mitad les pidieron que caminaran durante 40 minutos tres veces por semana, un ejercicio que les obligó a aumentar su consumo de oxígeno y les aceleró el pulso.
A la otra mitad les pidieron que hicieran ejercicios de estiramiento, también durante 40 minutos tres veces por semana, lo que permitió comparar los resultados entre ambos grupos.
Proteína llamada BDNF
Según las conclusiones presentadas ayer en la revista PNAS, al cabo de un año la parte anterior del hipocampo se había encogido un 1,4% entre los voluntarios que hicieron ejercicios de estiramiento. Esta reducción de volumen es la previsible entre personas mayores. Pero entre los voluntarios que hicieron ejercicio aeróbico, el hipocampo anterior, en lugar de encogerse, se expandió: su volumen aumentó un 2%, según un cálculo realizado observando sus cerebros por resonancia magnética.
Los investigadores han comprobado que, cuanto más aumenta el consumo de oxígeno de una persona al hacer ejercicio –es decir, cuanto más en forma se pone–, más aumenta también el volumen del hipocampo anterior.
Este aumento de volumen se atribuye a que, con la actividad física, el cuerpo humano eleva la producción de una proteína llamada BDNF. Se trata de una proteína que participa en la formación de nuevas neuronas en algunas regiones del cerebro.
Al analizar los niveles de BDNF entre los participantes en el estudio, se ha comprobado que aquellos que habían hecho ejercicio aeróbico tenían niveles más altos que los que se habían limitado a hacer estiramientos. Lo cual completa la explicación: el ejercicio estimula la secreción de BDNF; la BDNF estimula la génesis de nuevas neuronas en el hipocampo; y el hipocampo aumenta de volumen frenando así el deterioro de la memoria.
Con información de LaVanguardia.es