El rosa no siempre fue el color de una niña y el azul el color de un niño; durante mucho tiempo, los niños iban vestidos de rosa mientras que el azul era el preferido para las niñas.
El origen
A principios del siglo XX, algunas tiendas comenzaron a sugerir colores para identificar determinado sexo. En 1918, la publicación comercial Earnshaw’s Infants Department afirmó que “la regla generalmente aceptada era rosa para los niños y azul para las niñas. La razón es porque el rosa, que es un color más decidido y más fuerte, era más adecuado para el niño, mientras que el azul, que es más delicado, era más bonito para la niña.
Además, una edición de 1927 de la revista Time señaló que los grandes almacenes en Boston, Chicago y Nueva York sugirieron rosa para los niños.
Está claro que con el paso de los años esa tendencia ha ido cambiado, ya que el color rosa está más asociado con las chicas y el azul con los chicos.
¿Ya sabías este dato curioso?