Según un equipo del Departamento de Medicina Especializada, Diagnóstica y Experimental de la Universidad de Bolonia, nuestro cuerpo está formado por 37,2 billones de células… ¿se te hacen muchas?… Pues el Instituto Weizmann de Ciencia de Israel, reveló que existen menos de 40 billones de bacterias, las cuales están, tanto fuera como dentro de nuestro organismo. Así que relativamente no es mucha la diferencia que hay entre células humanas y bacterias.
Pero para un recién nacido, ésta situación aún podía ser peligrosa. Esto debido a que su sistema inmunológico todavía no ha terminado de desarrollarse. Apenas tiene un día de nacido y las bacterias ya comienzan a atacarlo y como él no puede combatir solo contra los gérmenes, estos invisibles seres pueden resultar letales para el organismo del pequeño… Y ahora, ¿Quién podrá ayudarle?
Es aquí donde la madre entra en acción con la leche materna. Como existe un estrecho contacto con él bebe, los gérmenes que están atacando al infante, también atacan a la madre, pero como ella tiene un sistema inmunológico desarrollado este crea anticuerpos que destruyen las bacterias y mediante la leche transfiere esos anticuerpos a su hijo.
Y mientras no termine de configurase el sistema inmunológico del bebé, será la madre quien lo mantendrá a salvo. Por eso se espera que en las primeras etapas ingiera aproximadamente medio litro de leche materna al día. Así le dará los nutrientes necesarios y también lo protegerá de algunos peligros que no se pueden ver a simple vista.
¿Conoces otro beneficio de la leche materna que quieras compartir con nosotros?
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Fuente: National Geographic, Scientific American