Según un informe de la UNAM los varones tendemos a padecer más de tics nerviosos en una proporción de cuatro a uno con respecto a las mujeres, y por lo regular, asegura Rodolfo Solís Vivanco, de la Facultad de Psicología (FP), de la UNAM: “ellos son los que heredan los síntomas a sus hijos”.
Por lo regular, aparecen en la infancia, porque entonces, el cerebro y el sistema nervioso están en desarrollo; casi nunca se presentan después de los 18 años, informó la Universidad Nacional Autónoma de México en un comunicado.
El académico informó que ocho de cada mil niños, entre cinco y 10 años, sufren de tics nerviosos y sólo el 50% los corrige, los demás los conservan hasta una edad más avanzada.
Un tic nervioso no constituye un riesgo para la salud porque no es una enfermedad en sí, “es un movimiento estereotipado, súbito o repentino, impredecible y repetitivo que involucra a grupos musculares de tipo esquelético, que tiene que ver principalmente con el rostro, el cuello o los hombros.
“Guiños, muecas, movimientos de nariz y fruncimiento de ceño son los más comunes, lo que significa que casi siempre se manifiestan en la cara”, detalló.
El padecimiento puede agravarse si los pequeños se someten a periodos de estrés e incluso lo mismo sucede con jóvenes que tienen que tomar decisiones importantes en su vida.
Existen tratamientos farmacológicos o terapéuticos para contrarrestarlos, y están indicados para quienes esta alteración representa un problema en la vida cotidiana.
Y tu… ¿tienes algún tic nervioso? ¡Cuéntanos!
Fuente: Eluniversal.com.mx