Así lo muestra una investigación que publica la revista “Archives of Disease in Childhood”, en la que se han analizado datos de un total de 22 estudios realizados entre 1987 y 2006, en los que en total participaron más de 17.000 niños.
El llanto es normal, sin embargo los bebés lloran “excesivamente” después de sus primeros tres meses de vida. Es por eso que la investigación se centró en estos casos, con especial atención a aquellos niños que además también tenían problemas para comer y dormir, observando que había una relación entre estos problemas y otros más graves durante su infancia.