Sí, es posible cuando en su orbita se hallan a plena luz del Sol pero el punto de vista permanece en la sombra; suele suceder dos veces al día: justo antes de la aparición del Sol por la mañana y poco después de ocultarse al atardecer.
Con binoculares el satélite, iluminado por los rayos solares sobre un fondo de penumbra, aparece como un punto brillante. Sin embargo, los que orbitan a menor altura se ven mejor a simple vista, porque se desplazan a mayor velocidad.
Los que están a gran altura con frecuencia se confunden con estrellas fugaces u objetos no identificados.