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¿Son reales los jackalopes, conejo con cuernos?

Jackalopes

El jackalope es un conejo con cuernos venado o ciervo. Esto no suena tan descabellado si tenemos presente que en el reino animal hay extrañas mezclas, como el ornitorrinco, y el ciervo ratón.

Los jackalopes son un icono cultural del oeste americano, se venden un sinfín de productos basados en ellos. Incluso se venden jackalopes disecados.

¿Qué son los jackalopes?

Su nombre es un acrónimo de jackrabbit (liebre) y antílope. Por supuesto que un conejo y una liebre no son lo mismo. Igual que un antílope y un ciervo son diferentes. (Tan diferentes como los cuernos y las astas). ¿Ves varias incongruencias?

Ya empezamos mal.

Técnicamente los jackalopes tienen astas y no cuernos. Pero dada, la popularidad de ‘sus cuernos’, lo dejaremos así en este artículo.

Se dice que estos conejos cornudos son poderosos y tan rápidos que son casi imposibles de atrapar. Si intentas acercarte a uno, pueden patearte, arañarte o cornearte.

Sin embargo, el jackalope tiene una debilidad: el whisky. Una vez intoxicado, es más fácil de atrapar.

Los jackalopes no solo son veloces y poderosos, también son muy inteligentes. Pueden comprender la voz humana e incluso imitarla. Al menos eso afirman algunos. 

Hasta este punto, puede que te preguntes, ¿son reales los jackalopes?

¿Existen los conejos con cuernos?

Déjame aclararte esto: los jackalopes son un criatura mitológica, tal como los unicornios, pie grande y el monstruo del lago Ness.

En realidad, a los conejos no les crecen cuernos naturalmente, salvo que tengan una enfermedad.

¿Sabías que el virus del papiloma hace que a los conejos les crezcan tumores en la cara que a veces se asemejan a cuernos?

A veces, el tumor, hecho de queratina (la misma proteína que forma las uñas y el cabello), crece en otras partes del cuerpo. Incluso puede que se vuelven malignos.

Los tumores no siempre parecen cuernos. Dependiendo de la gravedad de la enfermedad del conejo, pueden verse horribles, según explica cierto investigador.

El virus del papiloma en el conejo fue identificado por Richard Shope en 1933, por lo que se le conoce como virus del papiloma de Shope.

No siempre los conejos infectados con el virus del papiloma de shope desarrollan cuernos. Igual que los humanos infectados con el virus del papiloma humano no siempre desarrollan cáncer.

Los tumores que se desarrollan en los conejos pueden ser mortales, pues los cuernos les pueden impedir comer, hasta el punto de morir de hambre.

El origen de la leyenda del jackalope

Tal vez te preguntes si esta enfermedad en los conejos dio origen a la leyenda del jackalope. Probablemente.

En la década de 1930 dos jóvenes en Douglas, Wyoming, Estados Unidos, tuvieron una idea brillante.

Douglas Herrick y su hermano eran cazadores y taxidermistas aficionados (es decir, disecaban animales). Vendieron su primer jackalope montando al propietario de un hotel. Con el tiempo su hermano, él, y su hijo, fabricaron y vendieron muchos miles de jackalopes.

Lo más curioso de esta historia es que por aquel mismo tiempo, cuando los jóvenes montaban la broma, Shope estaba trabajando con conejos con cuernos en su laboratorio.

Quizás el avistamiento más antiguo de un jackalope proviene de una pintura del siglo XVI.

Las descripciones de liebres con cuernos, sea como criaturas reales o míticas, se remontan a la época medieval y al comienzo del Renacimiento.

La última vez que los conejos con cuernos aparecieron en libros científicos fue a finales del siglo XVIII. Después fue rechazada la idea de que realmente existieran.

Puede que los avistamientos de conejos infectados y tumores en su cabeza en América del Norte diera paso a la leyenda del conejo con cuernos.

A esto súmale lo que hizo Herrick y su hermano, cosiendo cuernos en la cabeza de un conejo.

Así resurgió la fascinación por este ser mítico.

Hoy forma parte de la cultura popular. Y la ciudad de Douglas, Wyoming, se proclama como la “capital mundial de los Jackalopes”.

El jackalope es parte de la ciudad. La gente viaja fascinada en busca de uno. La mayoría sabe que no existen, pero como sucede con los demás seres míticos, otras no se dan por vencidas y siguen con la esperanza de encontrarse con un jackalope real, darle un poco de whisky y atrapar uno.

¿Qué opinas?

[Smithsonian, Zooatlanta, LiveScience]

Este artículo fue publicado en planetacurioso.com