El puente Eshima Ohashi se encuentra en Japón, tiene una extensión de 1,7 kilómetros y en su punto más alto alcanza los 44 metros. Así que al subir o bajar, la gente tiene la sensación de estar en una montaña rusa. Para los conductores novatos es un gran desafío, ya que si el motor se detiene a la mitad del puente, podrían tener serios problemas.
Una de las razones por las que este puente tiene una inclinación tan pronunciada se debe a que por debajo pasan buques de carga de 500 toneladas. Como este puente no es levadizo, el tránsito nunca se detiene.
Eshima Ohashi es el puente rígido más largo de Japón, y en el tercero a nivel mundial.